15 de abril de 2006

El fin del verbo

En el final de la era de los hombres el último verbo dejaba de serlo. Hacía mucho yacía solitario y poco a poco olvidaba su esencia, pasando a ser sólo un significado plano sin pasado ni futuro. Sin ser, ni estar, sólo cualidad en una dimensión de cosas muertas, sin tiempo. No había nadie presente cuando transmutó, pues hacía eones que las obras de los hombres eran polvo y roca informe. Fue el fin del verbo y el comienzo de la persistencia de las cosas, sin tiempo, ni principio ni final.

1 comentario:

[Viajero] Milan Banjanin dijo...

Que casualidad, pana Jorge, aqui en la Victória, hay un tipo que pinta murales tipo ingenuo, y siempre firma como "Soy El Verbo". Habrá alguna conexión con lo que escribiste?

Saludos Verbuales