Habrá que verlo como una oportunidad para seguir sorprendiéndonos con las extravagancias y discordancias de este disipado régimen subtropical. Quien crea que esto ha terminado mejor se abrocha el cinturón de seguridad pues apenas comenzamos el descenso por este tobogán alucinante.
No creo que vengan lluvias suaves como escribía el bueno de Bradbury en una de sus obras más recordadas.
Así estamos...