Noviembre ha sido un mes muy ocupado. Una convención de AsoVAC en Valencia, un artículo sobre osmolalidad que será publicado en diciembre por Investigación Clínica y otro sobre prevalencias de vitamina A, hierro, calcio, magnesio y fósforo en población infantil enviado a Archivos Latinoamericanos de Nutrición, un artículo rebelde de CF que al fin ha visto luz, dos contribuciones humorísticas al Bingo de CANIA y la maquetación del número cuatro del Necronomicón han sido tareas necesarias y suficientes que se adosan al sempiterno trabajo de investigación en un laboratorio de Nutrición como cualquier otro que medra por allí en medio de las ciencias venezolanas.
El artículo rebelde viene a ser el segundo intento conocido (y tal vez vano y pretencioso) de recopilar la historia de la Ciencia Ficción venezolana. Ciencia Ficción venezolana: Historia y prehistoria apareció este mes en el número 14 (correspondiente a noviembre-diciembre) de la revista española Alfa Eridiani (http://www.alfaeridiani.com).
También a comienzos de mes apareció otro cuento mío: Un sutil aroma a flores ultravioleta en el Eridano N° 8, dedicado al terror, que edita también Alfa Eridiani (los eridanos son números especiales, recopilaciones de autores o temas seleccionados por el editor).
Un mes complicado, pero provechoso.