29 de septiembre de 2004

Ubikverso en línea

¡Por fín! Después de una preparación de siete meses y retomando la senda de Cygnus, acaba de salir el número 1 de Ubikverso, revista de Ciencia Ficción y Fantasía. La idea de editar una revista electrónica data de hace unos cuantos años: 1998, en ese momento se discutió mucho la necesidad de retomar la labor de Cygnus (la revista de CF de UBIK USB) en el nuevo ambiente de Internet, desde fuera de la USB. Ahora, hoy, por fin se termina la primera fase de aquel sueño y hay un producto que marca el hito: Ubikverso. Una revista que pretende aportar su granito de arena a la literatura fantástica latinoamericana y que espera que sus lectores la disfruten y la comenten.
¿Dónde?
En http://www.geocities.com/ubikverso/ubikverso.htm.

¡Buen provecho!

13 de septiembre de 2004

Obras publicadas en septiembre

Septiembre ha sido generoso: han publicado dos de mis relatos en revistas electrónicas de Internet. El primero fue el día 8 en el número 142 de Axxón, el cuento: Confesiones de un Ebrio, antiguo relato que sufrió revisiones exhaustivas este año. Lo pueden leer en:

http://www.axxon.com.ar/rev/142/c-142.htm

El otro es La Resurrección, microcuento que ustedes a lo mejor ya tuvieron la oportunidad de leerlo en este blog. Apareció el 10 en el número 27 de Efímero:

http://www.edicionesefimeras.com/

¡Gracias a todos por leerme!

9 de septiembre de 2004

De vacaciones

Hola a todos.

Acabo de regresar de unas vacaciones físicamente agotadoras, pero mentalmente reparadoras. El centro de control corporal agradece el cariño y hace el cansancio irresistiblemente delicioso.
Estuve de paseo por el estado Falcón (hacía diez años que no veía los médanos). Muchas cosas han cambiado, unas para bien, otras para mal... Las más importantes permanecen inalterables (afortunadamente).
El periplo familiar comenzó en la Vela de Coro: pueblo congelado en el tiempo que mezcla un triste abandono con el sabor de una Venezuela antigua, sosegada, tranquila... Su plaza Bolívar tiene un encanto que me conquistó. Me dio un gusto enorme sentarme en sus banquitos la primera noche. Lástima que Fili sea una dínamo y siempre quiera estar en movimiento :-)
El segundo día partimos hacia la sierra de San Luis, allí disfrutamos del cambio de ambiente, gradual, subiendo la empinada cuesta. Pasando de cardos y cujíes a una vegetación exhuberante y húmeda. Fueron tres días de caminatas montañeras, descubriendo cuevas, haitones y ruidosas caídas de agua, salpicantes, refrescantes.
Al quinto día comenzamos a subir al norte, a Paraguaná. Subimos a las playas, las salinas, las reservas de fauna y flora, los médanos del microdesierto que tenemos en el istmo y que se expande, lento, pero seguro. Allí estuvimos cinco días y el final del viaje nos llegó cuando pensábamos que aquello era eterno... Lástima. Regresamos resignados pues comprendimos que era la única forma de asegurarnos el poder regresar en alguna otra ocasión.
Ahora estoy de nuevo en Caracas, la extrañaba... a pesar de todo.