Hoy empieza el mundial. Se acabó cualquier tipo de vida ajena a ese deporte. Durante todo un largo mes hablaremos, comeremos y respiraremos fútbol. Todos seremos directores técnicos y agonizaremos hasta la angustia total siguiendo las peripecias de nuestros equipos. Nos olvidaremos de la realidad y tomaremos unas merecidas vacaciones.
Por mi parte ya publiqué una proclama de inamovilidad telespectadora y mi esposa la pegó en la puerta de la nevera. Hoy empieza el mundial y hasta Google le dedicó el logotipo especial del día. Estoy feliz, no es lo mismo que antes, pero es suficiente.
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