21 de febrero de 2006

1984

El sábado, camino al Parque del Este (luego sería la tarde de la X Tertulia), observé una valla enorme en la autopista con la fotografía del presidente Hugo Rafael Chávez Frías en uniforme azul de beisbolista con un bordado con la palabra Venezuela cosido a su pecho.
Guante de béisbol, gorra de béisbol, pinta de béisbol.
Encima de la fotografía las enormes palabras: Gracias Señor presidente. Venezuela campeón.
La autoría intelectual corresponde a la gobernación del estado Carabobo.
El bochorno de la mañana le estaba cediendo el paso a unos densos nubarrones oscuros.

15 de febrero de 2006

Banalidad sobre la lectura: libros por año

Siguiendo con mi carácter obsesivo, hago la mención sobre la inmensa cifra de setenta a ochenta libros que Stephen King devora por año. Esos son los momentos cuando me levanto y me miro al espejo: ¿y tú cuántos te lees? ¿Aquello no será un granito o una excrecencia tumoral? ¡Vaya macho, estás de atraco!
Ejem... disculpen la deriva. La respuesta a la primera pregunta, la segunda pregunta y la exclamación narcisista pueden ignorarlas, es francamente minusválida frente aquel exabrupto numérico. Este año sólo llevo 2 libritos (voy por el tercero) y no cuenta para nada un bodrio sobre Bart Simpson que le he arrebatado a mi hija mayor. Ahora ella se burla de mí preguntándome si estoy culturizándome. Yo me volteo, le hago una mueca, y continúo leyendo.
Para no caer en la depresión me excuso con la millonada que deben costar setenta libros y mi franca miseria económica para sufragarme tales gustos. Un cálculo rápido arroja la cifra de dos millones cien mil bolívares con cero céntimos (Bs. 2.100.000,00): Setenta libros a razón de treinta mil bolívares cada uno. Quien los consiga más baratos haga los ajustes pertinentes... de todas maneras, sin querer desilusionarlos, aún es mucha plata.
Yo por mi parte me quedo con mis doce libros al año, leídos en minutos arrebatados a las noches, robados en el baño, en la cocina, en la cama y, gracias a Dios, a mi programa favorito de televisión...

13 de febrero de 2006

Mientras escribo: desenterrando el hueso

Confieso que tenía tiempo sin tener tiempo para dejarme llevar con una historia y en este caso, con la lectura de este libro de Stephen King, tampoco lo tenía. Sin embargo, "Mientras escribo" me ataco cobardemente en mi punto flaco: mi pasión por la literatura. Es que "Mientras escribo" destila amor por la literatura por los cuatro costados y el lomo.
El libro es una especie de compendio de la práctica literaria de Stephen King. Un manual de procedimientos King para la escritura de literatura de ficción. El hombre se faja a desmenuzar su faena de escritor para presentársela como consejos al lector con aspiraciones de narrador. Una de las máximas de King es la sinceridad, no mentir a la hora de fraguar el mundo de fantasía. ¿Un contrasentido? En lo más mínimo, no mentir para King significa rehuir de posturas afectadas. En pocas palabras el autor debe ser auténtico en su literatura o corre el riesgo de no convencer ni a su madre.
Esa sinceridad fue la que compró mi atención durante este fin de semana y no me permitió parar hasta que llegué hasta la página final. Sin embargo, la principal lección que saqué de la lectura no tuvo que ver con valoraciones del tipo verdad o mentira, provino de la noción de King sobre el proceso de estructurar la historia. Stephen King considera que fraguar la historia no es sentarse con una libretita de notas y pensarse hasta el último detalle de la trama. Para él lo básico es la idea y una noción de la trama que permita a los personajes interactuar, luego la historia la contarán ellos solitos. El proceso según King es lo más parecido a una excavación paleontológica: iremos descubriendo la historia a medida que la desenterramos.
Cada escritor tendrá la forma de matar sus pulgas, pero a mí me resultó un alivio constatar que no es necesario escribir un libro antes de sentarse a escribirlo.

9 de febrero de 2006

Mono Gráfico

La revista de Ciencia Ficción española Alfa Eridiani está convocando a todos los escritores venezolanos a enviar sus relatos para la conformación de un volumen monográfico dedicado a la Ciencia Ficción venezolana. La antología será publicada en un Eridano (suplementos especiales que edita el fanzine) a finales del año. La fecha tope para la recepción de las colaboraciones será hasta el mes de septiembre. Se puede solicitar más información escribiendo a alfaeridiani@yahoo.es.
Alfa Eridiani es una revista digital editada en España que se dedica a la difusión del género fantástico, en especial la Ciencia Ficción. Su página web es: http://www.alfaeridiani.com.

Según el editor, José Joaquín Ramos de Francisco: "Las colaboraciones deben tener un marcado carácter especulativo aunque no despreciaré ninguna space opera o cualquier otro subgénero del género que nos ocupa".

A mí, en particular, me gustaría que lográramos constituir una buena antología de relatos, algo así como una instantánea de lo más representativo de la literatura de CF venezolana actual. También debo admitir que es muy probable que la representación sea sesgada a quiénes merodeamos por Internet, por lo que les pido que, si conocen a alguien que escriba CF y no haya tenido acceso a esta información, le comuniquen los términos de la convocatoria.

Una buena representación de los pocos escritores de CF venezolana sería lo mínimo a pedir... Hasta ahora las obras de autores venezolanos están dispersas en Internet, ésta es una oportunidad para reunirlos en un sólo sitio al menos por una vez.