--¡Señor! ¡Hubo un error de cálculo, señor!
--¿Cómo? ¿Un error? ¿De qué habla?
--¡Erramos el blanco por completo, señor!
--¿Fallamos?
--No, exactamente. ¡Sí, erramos el blanco , señor!
--Entonces, ¿fallamos?
--¡No, señor! Le dimos al blanco, pero ese no era el blanco, señor.
--¿Lo cambiaron? ¿Acaso esos malditos lograron mudar todo el maldito almacén de armas de destrucción masiva?
--¡No, señor!
--Entonces?
--Tuvimos un error de cálculo y bombardeamos una escuela, señor.
--¿Y las armas? ¿Lograron mudarlas?
--Me temo que no había armas, señor. Aparentemente las ojivas nucleares eran parte del parque infantil y el silo nuclear era la chimenea del colegio, señor.
--Déjeme entenderlo, ¿fallamos?
--No... totalmente, señor. Logramos destruir la escuela.
--Un objetivo es un objetivo. ¿Neutralizamos la actividad enemiga?
--¡Afirmativo, señor! Neutralizamos un contingente de más de trescientas personas pequeñas.
--Entonces, ¿dónde está el fallo?
--No fallamos, señor. Sólo fue un error de cálculo, señor.
--¡Pero aún así les dimos en la madre a esos malditos!
--Negativo, señor. Las madres de las personas pequeñas no estaban en la escuela.
--¡Coño de la madre!
--Afirmativo, señor.
--Tráigame las fotos de satélite más recientes. Tenemos que localizar a las madres y si es posible a los putos padres también. Les mandaremos toda la mierda de bombas que tengamos. Está guerra se gana ganándola.
1 comentario:
...o sea, daños colaterales.
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