(Nada que ver con la película del mismo nombre :-)
Hoy me desperté con una extraña sensación, como de algo que se ha perdido recientemente. Un recuerdo apenas olvidado, una palabra que pesa sobre la lengua unos gramos más que el aire exhalado. Una idea inasible revoloteando fuera de mi alcance. Fue una extraña sensación de pérdida. Pensamientos de muchedumbres en el subterráneo, masas humanas imposibles que fluían entre construcciones de hormigón, telarañas de cables cubriendo los cielos y en el subsuelo. Tiré a un lado la manta y traté de concentrarme. Hubo un momento, un instante fugaz en que casi atrapé los recuerdos, pero luego ellos huyeron a toda prisa y olvidé nuevamente el día de ayer y me enfoqué en la nueva jornada que comenzaba. Olvidé quién era, dónde estaba, qué hacía. La desorientación de la identidad que se diluía duro poco, el relincho de mi montura me abrió una puerta en la mente y lo vi todo claro. Tomé la espada y guardé aprisa mis cosas en la mochila. Ambos soles ya estaban bien arriba en el horizonte. Todavía faltaba un largo camino hasta Abdaram y debía ponerme en marcha.
2 comentarios:
Hubiese sido eso bastante apetitoso para el amigo Jung.
- un cordial saludo -
Algo me dice que hacía la madre de todos los calores... y, Jung no es una de las peleadoras en Tekken?
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